Descubrir y caminar nuestros senderos

En un recorrido que nos lleva desde el valle del Río Júcar hasta las cumbres de la alineación montañosa que lo delimita, podremos ser testigos de diversas actividades tradicionales de la Serranía, los cultivos cada vez más en desuso, la ganadería extensiva y vestigios de antiguas caleras y tejerías. 

En el paseo transcurriremos por distintas masas forestales representativas de la flora de la zona: pinares, quejigares y relictos de flora eurosiberiana, al tiempo que podremos disfrutar de magníficas vistas del valle.

Existe la posibilidad de hacer un recorrido corto para los visitantes con menor fondo físico.

En un entorno privilegiado al que se accede remontando el curso alto del Río Escabas, una pequeña ruta jalonada de paneles interpretativos de todos los recursos naturales del Parque nos permitirá disfrutar de una inolvidable jornada en la naturaleza.

Todo ello rodeados de las magníficas masas de pinar que pueblan el valle de este río, delimitado por espectaculares formaciones geomorfológicas de orígen kárstico: cañones, escarpes y especial mención al Lagunillo que da nombre al paraje y que no puede dejar de visitarse.

En este recorrido tenemos la oportunidad de transitar por tres de los espacios naturales protegidos emblemáticos de la provincia y la región, los dos Parques Naturales de mayor extensión de Castilla-La Mancha, el del Alto Tajo y el de la Serranía de Cuenca, y el Monumento Natural del Nacimiento del Río Cuervo.

El itinerario nos conduce desde las proximidades de la localidad de Tragacete hasta la cumbre de una de las alineaciones montañosas más elevadas de la provincia, el Cerro de San Felipe, testigo de la divisoria de las vertientes hidrográficas atlántica y mediterránea de la Península; así las aguas de la vertiente Sur tienen su destino en el Mar Mediterráneo a través del Río Júcar, cuyo nacimiento se encuentra a escasa distancia, mientras que las de la vertiente Norte emprenden un largo camino hacia el  Océano Atlántico a través de los ríos Tajo y su afluente Cuervo.

En el recorrido transcurriremos entre prados y frondosos pinares de pino albar, con un rico acompañamiento florístico arbóreo y arbustivo. Desviándonos unos pocos metros del recorrido accederemos a la cima del Cerro de San Felipe, desde donde se tiene unas privilegiadas vistas de las depresiones del Tajo y del Júcar así como de los Montes Universales. El sendero finaliza a escasa distancia del recorrido de la  visita al Nacimiento del Río Cuervo, con sus espectaculares cascadas travertínicas de elevado valor geomorfológico y paisajístico.