Parque Natural Sierra Norte de Guadalajara

El relieve de la Sierra Norte de Guadalajara es muy accidentado, conformando un conjunto montañoso que incluye diversas sierras y macizos, como el del Pico del Lobo-Cebollera, la Sierra de la Tejera Negra (La Buitrera), la Sierra de Alto Rey, la Sierra del Ocejón, el Macizo de La Tornera-Centenera (Sierras de Concha y de La Puebla) y la Sierra Gorda.
En este relieve están presentes las tres cumbres de mayor altitud de Castilla-La Mancha: el Pico del Lobo (2.273 m), el Cerrón (2.199 m) y la Peña Cebollera Vieja o Tres Provincias (2.129 m). Estos sistemas montañosos, que albergan las únicas formaciones glaciares de la Región, son surcados por las cuencas hidrográficas de los ríos Jaramilla, Jarama, Lozoya, Sorbe y Bornova, con sus múltiples afluentes de aguas de excelente calidad biológica (Ermito, Berbellido, Veguillas, Sonsaz, Pelagallinas, Cristóbal, etc.).
La riqueza de los valores ambientales de este territorio, unido a su valioso patrimonio etnográfico y cultural, motivó la declaración en 2011 del Parque Natural de la Sierra Norte de Guadalajara y del espacio Red Natura 2000 ‘ZEC-ZEPA Sierra de Ayllón’, sobre una superficie próxima a las 117.000 hectáreas.
La situación de este Parque Natural, en el contacto entre el Sistema Central y el Sistema Ibérico, le confiere una extraordinaria riqueza en cuanto a geodiversidad. A ella se une el valor de sus formaciones boscosas de robledales, encinares, sabinares, pinares naturales de pino silvestre y bosques de ribera (alisedas, fresnedas, saucedas) y la existencia en el Parque Natural de uno de los hayedos más meridionales de Europa, el de Tejera Negra, con especies eurosiberianas como acebos, tejos, serbales y abedules. La vegetación se completa con brezales, estepares, gayubares, praderas y turberas. Todos estos hábitats dan cobijo a una variada y valiosa comunidad faunística, con especies amenazadas tan emblemáticas como el águila perdicera y el lobo ibérico, o especies como el pechiazul, el topillo nival o la mariposa Apolo que en Castilla-La Mancha solo encuentran refugio en los hábitats de alta montaña aquí presentes.
Este paisaje natural se complementa con la belleza de sus pueblos, mimetizados en el territorio, y de su rico patrimonio etnográfico, con puentes de lajas de pizarra, corrales de cercas hincaderas y taínas o parideras de ganado, característico de las llamadas ‘arquitectura negra’ y ‘arquitectura dorada’ que identifican este territorio.
Para su visita, el Parque Natural cuenta con una red de centros de visitantes y puntos de información, áreas recreativas, miradores y numerosos senderos interpretativos (geo-rutas, sendas botánicas, sendas etnográficas, etc.). Además, se han acondicionado 40 senderos que suman más de 550 km de rutas señalizadas de todos los niveles que te invitamos a recorrer para así conocer este valioso espacio natural protegido, todo ello, sin dejar huella de tu paso.
¡Descúbrelo, disfrútalo, cuídalo!











