Reserva Natural Laguna de Tirez

Islas de agua en medio de un mar de tierra. Humedales de la Mancha en Toledo

La laguna de Tirez, que forma parte del complejo lagunar de Villacañas, es una típica laguna endorreica hipersalina, temporal, somera y de carácter estepario, con una superficie aproximada de 62 ha y fondo plano.

Mantiene un régimen semi-permanente y no tiene relación directa con ningún curso de agua, siendo sus aportes hídricos fundamentales las precipitaciones y las aguas de escorrentía sub-superficiales, que aportan la mayor parte de las sales disueltas. Durante los meses de verano, se evapora el agua y se produce la precipitación de las eflorescencias salinas, pasando de laguna a salmuera y salobral, para iniciar un nuevo ciclo con la llegada de las precipitaciones, que disuelven las sales y las incorporan nuevamente al agua de la laguna. Se trata, por tanto, de un ecosistema fluctuante que alberga una flora muy singular adaptada a estas condiciones cambiantes.

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Valores

Valores Florísticos y Vegetación

En estos humedales fluctuantes, que se encharcan en periodos de lluvias, la concentración salina aumenta progresivamente durante los meses de déficit hídrico, hasta que finalmente el lecho lagunar queda seco y cubierto por eflorescencias salinas, albergando una vegetación muy interesante adaptada a los distintos grados de salinidad y encharcamiento del suelo. Así, en suelos muy salinos que se llegan a encharcar en invierno pero con fuerte desecación estival, e incluso con eflorescencias salinas, se desarrollan praderas formadas por matas rastreras y carnosas de almajo salado (Sarcocornia perennis), especie incluida en el catálogo regional de especies amenazadas, con Puccinellia fasciculata. En la laguna de Tirez, aparecen formando estrechas bandas discontinuas en todo el perímetro lagunar, a excepción de una banda de mayor grosor en la zona suroeste, donde se mezcla con plantas anuales primaverales características de las estepas salinas mediterráneas. Alejado de la cubeta, en la zona sur, las formaciones de Suadetum braun-blanquetii aparecen en una gran mancha, en buena parte mezcladas por pastizales anuales salinos. Sobre suelos desnudos y salinos que se encharcan en primavera se desarrollan todos los años, tras la retirada del agua, formaciones pioneras de Suaedo spicatae-Salicornietum patulae, cuya mayor o menor extensión depende de los periodos de inundación. También aparecen puntualmente carrizales al sureste de la cubeta.

En zonas más elevadas y, por tanto, con un periodo de inundación mucho menor y menor concentración salina, se desarrollan praderas juncales de Juncus maritimus, que en esta laguna forman estrechas bandas en las orillas norte y oeste de la laguna. Puntualmente aparecen juncales de Juncus subulatus en la zona sur, así como gramíneas vivaces halófilas de Puccinellietum caespiosae en el noreste del perímetro lagunar. Rodeando la laguna, en terrenos salinos que no se encharcan, se desarrollan formaciones de Limonium y albardinales, con presencia de las especies amenazadas Limonium carpetanicum y L. supinum, así como otras plantas anuales halófilas y halo-nitrófilas que crecen en sus claros o en suelos sin vegetación.

En la zona occidental de la laguna, aparecen matorrales dominados por el calamino o sisallo (Salsola vemiculata), asociados a zonas utilizadas por el hombre, el ganado y los conejos, de ahí su carácter antrópico y nitrófilo.

En la zona sur del núcleo, alejados de la cubeta y las áreas perilagunares, encontramos tarayales que se plantaron en los bordes de este humedal y que han alcanzado un gran desarrollo.

Valores Geomorfológicos

Este humedal se sitúa en La Mancha, una gran llanura que constituye una cuenca sedimentaria en la que, sobre un zócalo hercínico paleozoico en su parte oeste, el cual aflora en puntos muy concretos que destacan sobre el resto del llano a modo de lomas, y otro Mesozoico dominado por calizas, dolomías, margas, y arenas en el centro y este, se ha depositado una formación continental moderna constituida por conglomerados, arenas, arcillas, margas, yesos y calizas neógenas, a su vez recubierta parcialmente por materiales detríticos Pliocuaternarios y Cuaternarios.

En este marco quedarían encuadrados los humedales manchegos, incluyéndose la laguna de Tirez en el grupo de los humedales endorreicos salinos de la llanura manchega central, el más extenso e importante de la Península Ibérica. Su génesis está asociada a la fracturación y desplazamiento de los bloques del zócalo paleozoico que han condicionado la presencia de depresiones que actúan como superficies impermeables de descarga de acuíferos. La laguna, que se sitúa sobre una antigua red fluvial, se asienta sobre una pequeña depresión de limos salinos Cuaternarios, que descansan sobre depósitos Neógenos, Triásicos y Paleozoicos.

Valores Faunísticos

La Mancha Húmeda desempeña un papel muy destacado como área de invernada y reproducción de un buen número de aves acuáticas. Éstas dependen de los niveles de agua presentes, registrándose en esta laguna importantes poblaciones de aves cuando el nivel de agua es alto, y práctica ausencia de las mismas en los periodos secos.

Resaltar la población reproductora de canastera y, en los años en que la laguna mantiene un nivel de agua suficiente, nidifican también chorlitejos patinegros y avefrías. Fuera de la época de cría se puede observar al tarro blanco, que también aparece ocasionalmente durante los pasos, junto con el pato colorado, grulla común y chorlito carambolo. Toda el área es una zona de alimentación anual de canastera, pagaza piconegra, fumarel cariblanco y fumarel común durante la época de cría y los pasos migratorios. Durante la invernada, sin destacables las concentraciones de grulla común, gaviotas sombría y reidora, tarros blancos, avefrías y chorlitejos patinegros.

Resaltar también la presencia reproductora del cernícalo primilla, que nidifica en casas y ruinas de la zona, utilizando toda el área como cazadero, al que acompaña también como reproductor el críalo. Asociadas a los pastizales de borde la laguna y a los cultivos, aparecen todo el año especies de aves esteparias amenazadas, estando como reproductoras el sisón y el alcaraván, y ocasionalmente la avutarda y la ganga común. Además, varias rapaces utilizan también la zona como cazadero durante todo el año, como el aguilucho lagunero y el halcón peregrino, el aguilucho cenizo en época de cría y de migración, y el aguilucho pálido y el esmerejón en paso e invernada.

La laguna de Tirez constituye además el hábitat ideal para el grillo cascabel de plata (Gryllodinus kerkennensis), especie que se creía desaparecida desde hace varias décadas, así como para otros carábidos amenazados como Cephalota hispanica y Taenidia circumdata.

Valores Paisajísticos

La amplitud del paisaje manchego, en su mayor parte ocupado por cultivos, está dominado por una gran llanura que se rompe solo con la aparición de pequeños cerros. Por su parte, la presencia de superficies suavemente cóncavas y la indefinición de la red de drenaje, ha propiciado el endorreismo y la proliferación de lagunas someras que llegan a matizar un área completamente distinta, como es el caso de la laguna de Tirez.

Entre un mosaico de cultivos, aparece la laguna de Tirez. Las lluvias otoñales y primaverales, cuando son abundantes, inundan la laguna y crean un ecosistema ideal para el establecimiento de una rica y variada avifauna acuática. A medida que llega el verano, el calor evapora el agua acumulada y se forma una capa salina blanquecina, que en el caso de la laguna de Tirez puede tener más de un centímetro de espesor, que contrasta con las tonalidades verdosas de la vegetación circundante y el color pardo de los barbechos. Los enclaves perilagunares no cultivados mantienen un genuino cinturón de formaciones vegetales halófilas conformadas por praderas, estepas, juncales y matorrales salinos de pequeño porte, representando la vegetación potencial y natural del medio.

Este paisaje mediterráneo de gran belleza, en el que se observa la laguna como elemento más singular, es característico de esta parte de la comarca manchega, pero por su alta singularidad y fragilidad, requiere un especial esfuerzo para su conservación.