Camino de la Fonseca
El camino de la Fonseca conduce desde la localidad de Minglanilla al valle de la Fonseca, que se encuentra en el interior de la reserva natural, junto al río Cabriel. El acceso se realiza en vehículo a traves de una pista de tierra durante aproximadamente 5,5 km, hasta llegar al aparcamiento habilitado, tanto para esta ruta como para el sendero del Puntal de las Palomas.
A partir de ese punto, la ruta discurre por una pista de tierra que atraviesa matorral mediterráneo y salva un desnivel de 210 m bajando hacia el río Cabriel. Se pueden observar las cárcavas de la Fonseca y los cuchillos de Contreras. La longitud total (ida y vuelta) de la ruta a pie, desde el futuro aparcamiento, es de 9,3 km.
El acceso se realiza desde la carretera N-III, km. 228. De la explanada situada a mano derecha de la carretera (en sentido Valencia) sale una pista de tierra, señalizada, que conduce al camino de la Fonseca y al itinerario del puntal de las Palomas. El acceso hasta ambos senderos se realiza en coche hasta el aparcamiento habilitado, donde deberán dejarse los coches para no impedir el paso de los servicios autorizados, a partir de ahí el camino debe realizarse a pie siguiendo la señalización vertical indicativa del sendero Camino de la Fonseca. Dicho sendero tiene una fuerte pendiente al regreso por lo que se recomienda planificar bien la visita.
A pesar de que se camina por una pista, la ruta puede hacerse bastante dura a la vuelta, ya que deberemos subir todo lo que hemos bajado antes y acusaremos el cansancio del final de la ruta y el calor del mediodía (si la hemos empezado por la mañana).
Por lo tanto, sobre todo en verano, se recomienda planificar bien la ruta, y llevar abundante agua ya que no existen fuentes en el recorrido.
Este itinerario puede realizarse a pie o en bicicleta, respetando en todo momento la preferencia de los peatones y el objetivo principal del sendero, que es la interpretación y sensibilización ambiental. En concreto deberá circularse a velocidad adecuada a la presencia de peatones, y, en su caso adecuar el tamaño y separación de los grupos de ciclistas.