Ruta de la encina
El itineraro comienza en el Punto de Información de los Navalucillos. Aunque al principio de la ruta hay que salvar algo de pendiente, es un recorrido corto con dificultad baja. Pasado el límite del Parque Nacional, a pocos metros a la derecha tomamos la pista forestal que recorre el valle de la Arañosa, donde comienza el recorrido entre jaras salpicadas de encinas, especies más representativas del bosque mediterráneo.
Recorridos unos metros de desnivel aparecen en el paisaje los tres valles que conforman esta parte norte del Parque Nacional de Cabañeros (Arañosa, Chorro y Calanchera). Se distinguen las formaciones vegetales de solana y umbría, y destaca el zigzagueante recorrido del arroyo a lo largo del valle. El vuelo de buitres leonados y de algún águila también puede sorprendernos.
Una vez llegamos a la parte más llana del camino, se contemplan todas las cumbres de los montes que nos rodean: Sierra Fría, Toledana, Botija... En el paraje se encuentra una antigua casa de labranza y frente a ella se puede observar la Encina. Merece la pena cobijarse bajo sus ramas y contemplar la grandeza de este árbol de cientos de años.
El itineraro comienza en el Punto de Información de los Navalucillos. Aunque al principio de la ruta hay que salvar algo de pendiente, es un recorrido corto con dificultad baja. Pasado el límite del Parque Nacional, a pocos metros a la derecha tomamos la pista forestal que recorre el valle de la Arañosa, donde comienza el recorrido entre jaras salpicadas de encinas, especies más representativas del bosque mediterráneo.